viernes, 28 de marzo de 2008

Me parece que nadie, absolutamente nadie, ni el periodismo, ni los políticos, ni los dirigentes, ni la gente de campo, ni la gente de ciudad, nadie, reitero, absolutamente nadie escuchó a la Presidenta de la Nación en su discurso del pasado martes.

¿Es soberbia o mentira? lo siguiente: “Es precisamente a partir del gobierno que se inicia en el año 2003, donde realmente comienza a tener competitividad el sector, no es solamente un problema de alza de las commodities. Para los brasileros también subió el precio internacional, sin embargo el sector agropecuario brasilero, que no tiene retenciones, tiene un 16 ó 17 por ciento menos de rentabilidad que el sector agropecuario argentino. Y ¿por qué? Muy simple, por el tipo de cambio; sostener un tipo de cambio competitivo, como lo hace el Estado argentino a través de un sistema, no de regulación cambiaria, sino de administración cambiaria, es decir, absorbemos dólares cuando entra y se liquida toda la cosecha para que se mantenga el valor porque sino el dólar se cae, se hace con una política que está siendo sustentada por el Gobierno y que también forma parte de la utilización del superávit fiscal”.

Yo creo que no.

¿Es soberbia o mentira? : “el campo consume aproximadamente 4 mil millones de litros de gasoil, 4 mil millones de litros de gasoil, que no tienen a un precio internacional, sino a un precio argentino subsidiado por todos los argentinos”.

Yo creo que no.

¿Es soberbia o mentira?: “Pero sigamos imaginando, además, que los salarios no fueran en pesos argentinos o las tarifas no fueran en pesos argentinos, es el sector que exporta prácticamente todo. La soja se exporta, prácticamente, en un 95 por ciento, no se exporta en pesos argentinos, se exporta en euros, en dólares, pero los costos son argentinos que sostiene el peón rural, que es el peor pagado de toda la escala salarial. Lo sostiene el peor pagado y el que más trabajo en negro hay”.

Yo creo que no.

¿Es soberbia o mentira?: “¿Para quién es la huelga pregunto? Entre el día 13 de marzo y 23 de marzo, en esos 10 días, han salido exportaciones por 402 millones de dólares, de los cuales, 122 millones de dólares son de maíz. Yo leía un cable de hoy de Roberto Doménech, presidente de la Asociación de Productores Avícolas que denunciaba que se le están muriendo los pollos por la falta de maíz”.

Yo creo que no.

En el discurso de ayer escuché lo siguiente: “¿Qué pasa si los dueños de peaje pide que se suban las tarifas y deciden cortar el paso? O los distribuidores de energía que quieren ganar más. Nos dejarían sin energía a los argentinos? ¿Esta es la forma de negociar y dialogar en la Argentina? No creo".

¿Es muy disparatado el razonamiento? Yo creo que no.

También dijo: "Hoy vemos medidas de fuerza que extorsionan a la población. Es una cuestión de respeto a la democracia. A las reglas de la democracia. Sobre todo a gobiernos elegidos por la voluntad popular".

¿Soberbia? ¿Dureza? Yo creo que no.

Además aclaró: “Las retenciones no empezaron con este Gobierno. Este Gobierno bajó las retenciones del trigo y el maíz, menos las de la soja, que son móviles porque necesitamos que no se ´sojise´ todo nuestro campo, porque necesitamos más productores de trigo, de maíz, de carne, de leche, de pollo”.

¿Malo el razonamiento? Insisto, yo creo que no.

Me parece que hay un trasfondo político e ideológico detrás de todo esto. Lo que está en discusión en el modelo de país. Lo que está en discusión no son los intereses de los pequeños y medianos productores que, probablemente, tengan razón en sus reclamos. Lo que está en juego son las ganancias de los Biolcatti, los Grobo, y tantos otros que lo único que piensan es en sus propios intereses y no tienen más patria que el dinero.

En esta columna lo advertí ya hace meses. La discusión en este país (como en todos, por otra parte) es ideológica. La derecha quiere retrotraernos al país granja, dependiente, sin aspiraciones. Y ha aprendido a hacerlo sin llamar a las puertas de los cuarteles. Ese es el mayor peligro…

viernes, 14 de marzo de 2008

14-03-08

Seguramente estaremos de acuerdo si escuchamos a alguien decir: “hay que terminar con la inseguridad”. ¿Quién puede estar en desacuerdo? Pero…

NO ES LO MISMO. Digo que no es lo mismo que lo diga el ex comisario Patti a que lo diga Estela Carlotto. Estoy seguro que ambos piensan que la inseguridad es un verdadero problema y que hay que terminar con ella. Pero, también estoy seguro que cuando Patti dice “hay que terminar con la inseguridad” no tiene en mente las mismas estrategias que pueda tener la abuela de Plaza de Mayo.

Por lo dicho, es muy importante saber quién está hablando, qué piensa, quién es, y cómo actúa. Y esto sirve para todos los órdenes de la vida. Los seres humanos somos únicos e irrepetibles y por lo tanto tenemos distintas visiones sobre la vida, la muerte, la sociedad. Es importante identificar al mensajero, también. Un mismo mensaje tiene connotaciones distintas y tendrá, seguramente, consecuencias distintas en cómo sea dicho y a quién sea dirigido.

Esto vale, fundamentalmente, para todos (los muchos) que andan por esta vida dándonos consejos. Si su mujer le dice que debería bajar de peso por su propia salud, no es lo mismo que se lo esté diciendo el Dr. Cormillot, quien (creo) además de preocuparse por la salud, también se ocupa de su “negocio”.

Los ejemplos serían muchísimos. No es lo mismo que el dueño de un banco tenga plena confianza en el cooperativismo a que sea un liberal monetarista a ultranza. Son dos bancos totalmente distintos. Por eso es importante identificar las preferencias políticas, sociales, filosóficas, religiosas, de quienes nos habla.

Desgraciadamente, en estos tiempos hay un desmesurado culto a los llamados independientes. Híbridos, diría yo. Ni fu ni fa. Todo mal y todo bien. Mucha gente se autotitula independiente, y se jacta de ello, por no estar atado a ninguna ideología, a ninguna religión, etc. MENTIRA.

Como dije antes, todos tenemos, en más o menos, posición sentada sobre la vida, la muerte, sobre cómo debiera ser la sociedad. Y esa postura no nos vino como un milagro, como una iluminación divina. Tomamos diversas posturas porque escuchamos, comparamos, estudiamos, leemos y, por sobre todo, porque después de hacer todo ese esfuerzo intelectual, somos únicos e irrepetibles y llegamos a nuestras propias conclusiones. Claro que no en todos los temas, en algunos los tomamos prestados. Pero eso, nosotros, la gente común.

Los políticos, los sacerdotes, los comunistas, los militaristas, los conservadores, los radicales, los peronistas, todos y cada uno de ellos tienen posturas sentadas sobre muy diversos temas.

Ah, los periodistas también. No es lo mismo leer La Prensa o La Nación que leer Página 12 o Crítica Argentina. Entonces, si no es lo mismo, ¿dónde ponemos eso de la independencia? Si todos los periodistas fueran independientes, daría lo mismo un diario que otro, un programa que otro, porque, ciertamente, no hay “independencia de derecha” o “de izquierda”, no hay independencia “peronista” o “radical”. Y a la identificación le escapan todos. Por varios motivos, entre ellos uno no menos importante es el no quedar identificados hacia algún sector y perder posibilidades en el mercado laboral. Ah!, entonces los que también tienen postura tomada son los dueños de los medios.

Criticaba Arturo Jauretche que eso de la libertad de prensa había quedado obsoleto siendo reemplazado por la libertad de empresa. Y algo de eso debe de haber porque, vaya que casualidad!, no he encontrado nunca ningún análisis de la realidad hecho por un marxista en el diario La Prensa. Por eso hablaba de la dificultad de muchos de identificarse para no perderse la posibilidad de trabajo.

Pero, eso es una cosa, lo de independencia es otra muy distinta. Por eso, amigo lector, no crea en los que no se definen. Son gente tibia, aunque grite muy fuerte. Todo bien y todo mal. Ni fu, ni fa. Es más, a veces, suelen ser peligrosos…

jueves, 13 de marzo de 2008

07-03-2008

Siempre soy respetuoso de las opiniones y creencias ajenas. Muchas veces, incluso, de aquellas que son completamente contrarias a mi pensamiento. Sin embargo, algunas “cositas” de este mundo que nos toca vivir, me cuesta mucho digerirlas.
El próximo sábado, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Demasiadas injusticias justifican la existencia de un día como este. Y, aunque parezca mentira, quizás hoy más que nunca sea necesario reflexionar sobre la mujer y su absoluta necesidad de igualdad de derechos frente a los hombres.
De forma casual llega a mis manos un Corán. Reitero que respeto todas las opiniones y creencias por extrañas y lejanas que me parezcan, pero creo que nada, absolutamente nada, debe superar el sentido común, el más elemental raciocinio. El que nos eleva y nos pone un poquito por arriba de la simple cucaracha.
Leo en el verso 38 del capítulo “Las mujeres” del Corán: “Los hombres son superiores a las mujeres, a causa de las cualidades por medio de las cuales Dios ha elevado a éstos por encima de aquéllas, y porque los hombres emplean sus bienes en dotar a las mujeres. Las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas: conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, lo que Dios ha ordenado que se conserve intacto. Reprenderéis a aquellas cuya desobediencia temáis; las relegaréis en lechos aparte, las azotaréis; pero, tan pronto como ellas os obedezcan, no les busquéis camorra. Dios es elevado y grande".
Sigo leyendo. Pero esta vez lo hago en la Biblia judeocristiana. "No hay maldad comparable a la maldad de la mujer... El pecado llegó con una mujer y a ella se debe el hecho de que todos nosotros habremos de morir." (Eclesiastés 25:19,24). Y en Timoteo 2:11-14: "La mujer debe aprender a estar en calma y en plena sumisión. Yo no permito a una mujer enseñar o tener autoridad sobre un hombre; debe estar en silencio. Adán fue creado primero, luego Eva. Y Adán no fue el engañado; fue la mujer quien fue engañada y se volvió pecadora".
Aquí me gustaría hacer un pequeño comentario al margen. No sólo se acusa a la mujer de ser la instigadora del famoso pecado original, sino que en la Biblia se presenta a Adán como un verdadero cobarde cuando trata de justificarse ante Dios: "La mujer que pusiste a mi lado me ha dado la fruta del árbol y yo la he comido." (Génesis). Cobarde y botón, nuestro primer representante de género no nos deja bien parados (a los hombres, digo). En el barrio no estaría bien visto.
Estas “cositas” nos debieran hacer replantear muchas conductas. Indudablemente la mujer ha sufrido mucho a lo largo de la historia de la humanidad y muchas mujeres aún sufren discriminación en el trabajo, en la educación, en el trato diario, etc.
Pero mi mejor homenaje a la mujer, es compartir la lectura de algunas de ellas:
EVA PERON: “No, no fue el azar la causa de todo esto que soy, en mi país y para mi pueblo. Creo firmemente que he sido forjada para el trabajo que realizo y la vida que llevo.

Cuando analizo, en la intimidad de mi alma, el caso que me ha tocado vivir, más y más me convenzo de la mentira que son el azar y la casualidad.
Si el azar y la casualidad gobernaran el mundo todo sería un grotesco caos; y no podríamos vivir en un escenario tan variable. No, el azar no gobierna al mundo ni a los hombres. Por fortuna, gracias a Dios las cosas suceden de otra manera que unos llaman Destino y otros Providencia y casi todos atribuimos a Dios.
Yo creo firmemente que, en verdad, existe una fuerza desconocida que prepara a los hombres y a las mujeres para el cumplimiento de la misión particular que cada uno debe realizar.
Si esa fuerza es maravillosamente divina o ha sido puesta por Dios en la naturaleza de la sociedad o del alma humana, yo no lo sé ni pretendo averiguarlo, pero creo que existe y que nos conduce sin forzarnos con tal que nosotros no le neguemos nuestra generosidad.
Lo indudable es que esta solución espiritual es también mas fecunda que a otra del azar: el que se cree hijo de la suerte no se siente obligado a nada, puesto que el azar no tiene personalidad ni puede tener exigencias de ninguna clase: pero el que sabe hijo de un Destino o dela Providencia o de una fuerza desconocida pero de un origen superior a su vida y a su naturaleza, tiene que sentirse responsable de la misión que le ha sido encomendada.”
SIMONE DE BEAUVOIR: “No se nace mujer: se llega a serlo. Ningún destino biológico, psíquico o económico define la figura que reviste en la sociedad la hembra humana; es el conjunto de la civilización el que elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica de femenino. La liberación sólo puede ser colectiva y exige que acabe la evolución económica de la condición femenina.”



EL COSO DE AL LAO