¿Es soberbia o mentira? lo siguiente: “Es precisamente a partir del gobierno que se inicia en el año 2003, donde realmente comienza a tener competitividad el sector, no es solamente un problema de alza de las commodities. Para los brasileros también subió el precio internacional, sin embargo el sector agropecuario brasilero, que no tiene retenciones, tiene un 16 ó 17 por ciento menos de rentabilidad que el sector agropecuario argentino. Y ¿por qué? Muy simple, por el tipo de cambio; sostener un tipo de cambio competitivo, como lo hace el Estado argentino a través de un sistema, no de regulación cambiaria, sino de administración cambiaria, es decir, absorbemos dólares cuando entra y se liquida toda la cosecha para que se mantenga el valor porque sino el dólar se cae, se hace con una política que está siendo sustentada por el Gobierno y que también forma parte de la utilización del superávit fiscal”.
Yo creo que no.
¿Es soberbia o mentira? : “el campo consume aproximadamente 4 mil millones de litros de gasoil, 4 mil millones de litros de gasoil, que no tienen a un precio internacional, sino a un precio argentino subsidiado por todos los argentinos”.
Yo creo que no.
¿Es soberbia o mentira?: “Pero sigamos imaginando, además, que los salarios no fueran en pesos argentinos o las tarifas no fueran en pesos argentinos, es el sector que exporta prácticamente todo. La soja se exporta, prácticamente, en un 95 por ciento, no se exporta en pesos argentinos, se exporta en euros, en dólares, pero los costos son argentinos que sostiene el peón rural, que es el peor pagado de toda la escala salarial. Lo sostiene el peor pagado y el que más trabajo en negro hay”.
Yo creo que no.
¿Es soberbia o mentira?: “¿Para quién es la huelga pregunto? Entre el día 13 de marzo y 23 de marzo, en esos 10 días, han salido exportaciones por 402 millones de dólares, de los cuales, 122 millones de dólares son de maíz. Yo leía un cable de hoy de Roberto Doménech, presidente de la Asociación de Productores Avícolas que denunciaba que se le están muriendo los pollos por la falta de maíz”.
Yo creo que no.
En el discurso de ayer escuché lo siguiente: “¿Qué pasa si los dueños de peaje pide que se suban las tarifas y deciden cortar el paso? O los distribuidores de energía que quieren ganar más. Nos dejarían sin energía a los argentinos? ¿Esta es la forma de negociar y dialogar en la Argentina? No creo".
¿Es muy disparatado el razonamiento? Yo creo que no.
También dijo: "Hoy vemos medidas de fuerza que extorsionan a la población. Es una cuestión de respeto a la democracia. A las reglas de la democracia. Sobre todo a gobiernos elegidos por la voluntad popular".
¿Soberbia? ¿Dureza? Yo creo que no.
Además aclaró: “Las retenciones no empezaron con este Gobierno. Este Gobierno bajó las retenciones del trigo y el maíz, menos las de la soja, que son móviles porque necesitamos que no se ´sojise´ todo nuestro campo, porque necesitamos más productores de trigo, de maíz, de carne, de leche, de pollo”.
¿Malo el razonamiento? Insisto, yo creo que no.
Me parece que hay un trasfondo político e ideológico detrás de todo esto. Lo que está en discusión en el modelo de país. Lo que está en discusión no son los intereses de los pequeños y medianos productores que, probablemente, tengan razón en sus reclamos. Lo que está en juego son las ganancias de los Biolcatti, los Grobo, y tantos otros que lo único que piensan es en sus propios intereses y no tienen más patria que el dinero.
En esta columna lo advertí ya hace meses. La discusión en este país (como en todos, por otra parte) es ideológica. La derecha quiere retrotraernos al país granja, dependiente, sin aspiraciones. Y ha aprendido a hacerlo sin llamar a las puertas de los cuarteles. Ese es el mayor peligro…